Para quienes vivimos en la zona fue una sorpresa: esta mañana, al fin, una cuadrilla de gente con guantes y tapabocas se dedicó a limpiar, a sacar basura y cortar el monte de un pequeño terreno escondido entre la parte trasera del Caracas Palace y la primera avenida de Los Palos Grandes.
Sin duda las quejas de un grupo de vecinos han surtido efecto y la alcaldía, a su ritmo, va cumpliendo sus promesas: la de reforzar la vigilancia policial para poner orden en la pea colectiva de las aceras y ahora esta de limpiar el criadero de ratas y basurero en el que se había convertido ese lugar ante la indolencia de la propia gente del hotel.
Sólo falta que los comercios de la planta baja del edificio Roxul y uno que otro vecino cómodo y cochino, dejen de asumir que la acera, justo a la entrada del terreno, es su botadero de desechos particular. -om
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