viernes, 7 de agosto de 2009

Anti-oda al parquero

Oh, tú, parquero de restaurante
Que ubicas en algún lugar el carro que tanto estorba mientras a la vez alguien ubica una mesa
Oh, tú, ocupante de aceras pintadas de amarillo
Oh, tú, ocupante de esquinas y rayados
Cómo pienso en ti cuando frente a Friday’s trancas la segunda avenida que atraviesa el municipio
Cómo pienso en ti, parquero, cuando me pasas por al lado comiéndote el semáforo o acelerando dentro de un estacionamiento
Oh, parquero, parquerito
Cómo me obligo a pensar que tú también tienes que llevar plata para la casa y que quién sabe dónde vives
Pero cómo me viene a mi mente burguesa lo que,
imagino,
no sé,
debes sentir
cada noche, manejando naves ajenas, conociéndolas
abriéndole la puerta a mujeres que no puedes tocar
escuchando discos que no son tuyos
descargando tu cuerpo apurado sobre el hueco que dejó un cuerpo más tranquilo
sé que no siempre eres el mismo, que no todos tus colegas son iguales
sé que el viejo parquero con chaleco y canas no es el mismo de uniforme negro que ha visto demasiadas veces Rápido y furioso
pero
parquero, parquerito
coño
cómo pienso en ti
en qué sientes al volante de esos carros que te ponen en las manos
en qué pasaría si los chocas
en qué pasaría si atropellas a alguno de nosotros
y pienso
entonces
que no te pasará nada
que eres invencible
aunque no votes por ellos
aunque no votes
eres invencible
eres uno más que juega con lo que no es suyo
y que odia, según parece, lo que no es suyo
oh, tú, parquero
eres un signo más de la ciudad que tenemos
de por qué tenemos la ciudad que tenemos
-roc

2 comentarios:

  1. Qué facho, que no es igual a decir qué fallo, pero más o menos. Un poco peor, en todo caso... Triste, por Chacao.

    ResponderEliminar
  2. Aunque esto haya sido inspirado por alguna mala pasada con un parquero, destila puro fascismo , y sin gracia.

    ResponderEliminar